Revelación del año: Ángel Villamar

Antrax es un joven que se ha ganado la admiración de miles de personas gracias a sus videos en YouTube enfocados, principalmente, en gaming. Actualmente, el joven originario de Orizaba, Veracruz, cuenta con más de 5 millones de seguidores en dicho canal, así como más de 450 mil en Twitter.

Texto: Brenda Friederichsen / Fotografía Gret Velasco
Su nombre es Ángel Villamar, pero es conocido como Antrax. La elección de este nombre, platica, se da por querer darle un giro a una palabra que había estado asociada con una enfermedad.

“Si tú buscas la palabra es como un virus, como algo malo, pero hoy en día si buscas ‘antrax’ en internet, en YouTube, vas a encontrar un canal de diversión, de juegos, y ese es mi granito de arena en internet; es quitarnos un poco de lo malo y divertirnos, disfrutar la vida”.

Hace dos años publicó su primer video; desde ese entonces, Antrax se ha posicionado como uno de los vloggers favoritos de los jóvenes.
Pero no se trata de un trabajo sencillo; platica que se trata de una labor de tiempo completo, sobre todo, porque es él mismo quien edita sus videos. “Es de todo el día, tienes que estar al pendiente de las redes sociales, contestarle a tus fans que es lo más importante, es la magia de las redes sociales; cada video es editado por mí, cuesta muchísimo trabajo, pero es muy divertido porque hay muchas cosas que puedes impregnar en tus videos”.

Pese a ser una labor que implica una gran cantidad de tiempo, el ámbito escolar es importante para Antrax; actualmente, estudia Ingeniería en Gestión Empresarial en el Instituto Tecnológico de Orizaba.

“Cuando empecé con la creación de contenido mi mamá fue en lo que más se enfocó, que es la educación y se lo agradezco porque tengo muy marcado qué es lo primero… todo se puede sabiendo manejar tus tiempos, hay que ser estricto, en todos los trabajos te tienes que exigir para ser el mejor”.

Para Antrax, haber sido acreedor al premio Revelación del año en los Premios Eliot New Media significa ver su trabajo realizado, su esfuerzo y, sobre todo, la gente que lo apoya.